La excitación sexual puede expandirse por todo el cuerpo, conectar con el corazón, con los centros superiores de la cabeza y aún más con los cuerpos espirituales.
La mayoría de las personas no experimentan esto. En el caso de los varones suelen sentir la explosión orgásmica en la pelvis y la asocian a la eyaculación. En el caso que tengan buena conexión con el corazón sienten la energía allí pero pocas veces tienen una experiencia de totalidad en el sexo, lo cual es un éxtasis. Algunos hombres ahora están trabajando estos temas y podemos hablar al respecto.
En el caso de las mujeres podemos pensar que debido a su sensibilidad sí pueden acceder a esos estados de conciencia pero no es así, hay un gran porcentaje que tiene dificultades para llegar al orgasmo, hay otro grupo que sus orgasmos no llegan al corazón y un grupo más pequeño sabe de lo que hablo cuando digo éxtasis orgásmico total. Obviamente que las mujeres que trabajan su energía pueden acceder a estados más profundos y plenos en un vínculo sexual.
En ambos casos todo tiene que ver con la entrega al fluir del deseo y el amor. Cuando bloqueamos las energías entonces la fuerza orgásmica no puede circular por todo el cuerpo y tendemos a tener una sexualidad de descarga. También ocurre que muchas personas trabajan con respiraciones y mantras pero si no abren el corazón lo que hacen es transformar el acto sexual en una práctica yóguica o algo así.
Lo interesante de esto es que no se trata solo de sexo. Muchas veces no podemos vivenciar la completitud de una situación por los mismos bloqueos, ya sea una fiesta, un paseo, simplemente salir a caminar o permanecer en silencio.
Aprende sobre la vivencia de la inmensidad en la Alquimia iniciática.
Daniel Curbelo
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