La transmutación va más allá que el orgasmo convencional, te dice que debes morir y renacer. Cuando viene el orgasmo te mueres y renaces, si no explotas entonces no estás conectando con la explosión del universo.
Si no lo haces no conectas con la fuerza primitiva de la naturaleza y no puedes salir de tu dualidad tonta de todos los días.
Pero esto no es solo en el sexo, es en todo, en el sentir la vida, es explotar al emocionarse y fluir hacia el gozo del ser, eso es transmutación.
El problema es que siempre estamos reteniendo, entonces no podemos tener así la experiencia tántrica. Se ha vuelto una costumbre tan común que ahora desaprenderla es todo una complejidad, porque no se puede practicar ser espontáneo.
Cuando un niño se enoja su enojo es total, cuando una adulto lo hace siente culpa, retiene y se frustra. Así vivimos todas las cosas. La transmutación es una vivencia total de la existencia, es un desafío tremendo para la humanidad de hoy.
Vamos perdiendo la habilidad de maravillarnos y por eso un cuerpo desnudo nos activa un montón de prejuicios. Pero no es solo eso, es todo, a todo lo estamos criticando, nombrando, juzgando, no vivimos en el fluir de la conciencia.
Para desaprender esta mala costumbre necesitamos activar nuestra Inteligencia espiritual, esa inteligencia de la cual hablaron tantos maestros como Buda, Lao Tsé, etc.
Esa inteligencia es cuando viene la activación de la conciencia, la percepción desde la unitotalidad, sin fragmentación, es la verdadera meditación. Empecemos ya mismo, al sentir este momento déjate llenar por el presente, pero de una forma total. Aprender a ver cómo siempre hay algo que nos saca del momento, descubre para que puedas ir suavemente hacia el gozo del ser.
Daniel Curbelo