Si bien esto es conocido en el taoísmo alquímico yo lo aprendí de mi maestra sufí. Ya venía investigando detenidamente sobre el fluir de la energía por la columna mientras ascendía el impulso sexual por la órbita microcósmica, pero ese concepto me ayudó a expandir más la energía sexual.

En las clases de Alquimia femenina surgieron entonces charlas sobre cómo vivía cada mujer el orgasmo y las diferentes formas de sentir, así como los bloqueos que se experimentaban en esos momentos sublimes.

Con los hombres no tuve tanta suerte en tanto la mayoría de las personas que concurren a mis clases son mujeres. Sin embargo diré que he trabajado bastante el tema como para saber que el hombre puede aprender a hacer circular la energía orgásmica en todo el cuerpo y dejar de estar siempre concentrado en sus genitales, puede tener una sexualidad muchos más amplia y placentera.
Con las mujeres es más fácil la charla, porque la mujer es la raíz de la vida, de la naturaleza, es el cuerpo de la diosa individualizado, intuitivamente entienden y su cuerpo no ha perdido la inteligencia del fluir de las energías.

También existe el orgasmo descendente, allí tenemos pérdida de energía vital, la persona se siente cansada y para nada elevada. Tal vez lo hablemos en otro momento.

Este será parte de una serie de post en los cuales estaré transmitiendo algunos detalles de cómo podemos empezar a tener ese orgasmo extendido que nos conecte con la conciencia extática. Como siempre digo no se trata de tener orgasmos, sino de expandir la conciencia. También puedo decirles que no se necesitan orgasmos para entrar en el éxtasis tántrico, todo está en aprender a meditar en el momento del pre-orgasmo. Son enseñanzas a disposición de todos los que las deseen.

Daniel Curbelo