Después de más de 35 años en estos temas de la transmutación alquímica quisiera dejar algunas frases clave producto de mi camino y de vivencias a lo largo de tanto tiempo:

La verdadera transmutación comienza en la conexión desde el corazón, no solo con una pareja sino con toda la vida.
Cuando abrimos el corazón la energía tiende a ascender por los canales correspondientes sin necesidad de aplicar técnicas. Eso no quiere decir que no se usen.

La energía sexual no se reprime, no se retiene, no se controla, sino que se aprende a fluir con ella.

Cualquier control obsesivo sobre la sexualidad genera diferentes neurosis (busquen síndrome de Dhat).

El miedo al gozar del cuerpo por considerarlo pecado es eso mismo: miedo.

La idea de que una sexualidad sagrada es tal porque se hacen ciertas cosas y otras no también es parte de un condicionamiento psicológico que se ha impuesto en quienes enseñan estas cosas. Recomiendo que no dejen que ningún instructor, maestro, gurú, avatara o arcángel encarnado les diga qué hacer en la cama. No permitan que se metan con su intimidad regulando su sexualidad de acuerdo a una doctrina o a los miedos de ciertas personas.

También recomiendo que no permitan que otras personas tengan control psicológico sobre sus vidas con el pretexto de seguir una vía espiritual. Encuentren su camino en la mismísima sexualidad.

Hay gente que dice que tener orgasmos es pecado y que se van al infierno. Confunden orgasmo con espasmos, desconocen la sexualidad femenina y todo el potencial energético de la mujer. Cargan de culpas a las parejas con el rollo del pecado sexual, eso es más represión y mentalidad culpógena judeocristiana. El orgasmo no es el espasmo, sino una experiencia de totalidad que estas personas desconocen, como dicen los Queros: «mírales sus vidas», ahí tendrán las respuestas.

La alquimia en pareja no es un conjunto de técnicas, no es «procedimiento para convertirse en Dios», es una consonancia de corazones que hace que esa alquimia ocurra en el fondo del alma. Es un espejar las luces y sombras de uno y del otro. Es un reconocerse en las miradas, en las caricias, en los besos, en el caminar, en el contemplar, en los silencios. Cuando hay una vivencia de totalidad y entras en el fluir estás en la vivencia profunda de la alquimia.

El erotismo es sagrado porque es un enlace para la contemplación de la Presencia del Inmenso en todas las cosas, por eso se llama la vía de Eros.

Hay un conocimiento en la unión s-x-al, por eso se dijo «Adán conoció a Eva», se utiliza ese verbo, porque hay una sabiduría, un aprendizaje que solo que tiene haciendo el amor.

Es en los goces del fuego del amor donde es posible entrar en la eternidad. Cuando ardes con ese fuego no queda lugar para la mente y sus cosas, entonces es posible la verdadera magia sexual.

Daniel Curbelo

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