La palabra en griego es «anastasis», significa «subir» o «levantarse». Es porque inicialmente se dice que el ser humano está caído y por lo tanto levantarse es volver a su naturaleza celestial pero con la sabiduría de haber pasado por este mundo. Para eso el practicante antes debe morir en sí mismo, en su yo convencional:
«Sé vigilante, y confirma las cosas sobrantes que están para morir…» Ap, 3:2
«moriré a la naturaleza humana, para poder levantar mi cabeza y alas entre los ángeles, y debo saltar del río del estado de ángel,todo perece excepto Su Rostro, una vez más seré sacrificado del estado de ángel,
me convertiré en aquello que no puede entrar en la imaginación, entonces me volveré inexistente; la inexistencia me dice en tonos como un órgano, en verdad, a Él es nuestro regreso.» Rumi
«se siembra un cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual.» 1 Cor. 15:44
Cualquier alquimista decodifica estos tres detalles que acá explicamos que indican un trabajo interno muy preciso: 1. Ser vigilante, o sea despertar consciencia; 2. Morir en sí mismos; 3. Crear el cuerpo espiritual, es decir una identidad basada en la consciencia de luz.
Vamos al último detalle simbólico y alquímico: Una vez resucitado Jesús se aparece primero a las mujeres solamente, no a un hombre. Primero a María Magdalena especialmente. Y esto alquímicamente se explica porque es la mujer la que le devuelve la verdadera imagen al iniciado (esto es mutuo); es ella la que, como madre tierra, contiene el espíritu y es la sacerdotisa el portal hacia los grandes misterios.
En textos gnósticos como el Evangelio de María, el Pistis Sophia y el Diálogo del Salvador, María Magdalena no es simplemente una testigo, sino una discípula destacada y profundamente iniciada en los misterios del Cristo. Ella es la receptora de revelaciones secretas que los demás discípulos aún no comprenden.
Concluyendo: para los gnósticos la resurrección no es un evento físico sino una manifestación espiritual de la Luz. La aparición de Jesús a María representa la iluminación del alma que ha superado los velos del mundo material. Recuerda que todo esto es un relato teológico, un mensaje espiritual. Todo el evangelio es un mapa del alma que antiguamente se le llamaba los misterios crísticos.
El simbolismo de la resurrección indica que el o la estudiante ha pasado por la integración profunda con su mundo interior, se ha disuelto en las aguas. De ahí emerge para «hacer nuevas todas las cosas», su rostro entonces se orienta a la eternidad.
¡Que puedas morir y resucitar constantemente en tu proceso espiritual!
Daniel Curbelo
No responses yet