El himno de la Perla o «Himno del Alma» es uno de los textos más bellos y simbólicos de la literatura gnóstica antigua. Se encuentra dentro de los Hechos de Tomás, un texto apócrifo cristiano del siglo III. Este poema es una alegoría espiritual que representa el viaje del alma desde su origen divino, su caída al mundo material y su eventual retorno al reino celestial. Es una metáfora de la gnosis, el despertar al conocimiento divino.
El resumen es así:
El Encargo del Padre:
Un joven príncipe (tu alma humana), hijo de un rey y una reina del Oriente (Tus padres internos, el mundo espiritual), es enviado a Egipto (el mundo material). Su misión es recuperar una perla preciosa que está custodiada por una serpiente (la perla de tu alma desarrollada está en tu mar interior custodiada por una serpiente).
«Cuando era un niño vivía en mi reino en la casa de mi padre, en la opulencia y abundancia.
Hicieron conmigo un pacto y lo escribieron en mi corazón para que no lo olvidara:
Si desciendes a Egipto y logras traer la perla única, la que está en el fondo del mar, cerca de la serpiente sibilante, vestirás de nuevo tu túnica brillante y con tu hermano serás heredero de nuestro reino.»
La Caída en el Olvido:
Al llegar a Egipto, el príncipe se viste con las ropas de los locales y se mezcla entre ellos (una imagen de cómo el alma se encarna en el mundo material y olvida su origen). Se olvida de su misión y de quién es realmente, atrapado por los placeres y distracciones de la materia.
El Llamado del Reino:
Los padres del príncipe y su hermano (tu maestro interno), al darse cuenta de su olvido, le envían una carta que actúa como un llamado espiritual. La carta le recuerda su verdadera naturaleza y misión, despertándolo de su amnesia divina.
«De tu padre, el Rey de reyes, y de tu madre, la Señora de Oriente, y de tu hermano, para ti nuestro hijo, que estás en Egipto, ¡Saludos!
¡Despierta y levántate de tu sueño, y escucha las palabras de nuestra carta! ¡Recuerda que eres hijo de reyes! ¡Mira la esclavitud en que has caído! ¡Recuerda la perla por la que fuiste enviado a Egipto!
Piensa en tu túnica resplandeciente con la que podrás vestirte y engalanarte cuando tu nombre sea leído en el Libro de los Héroes y junto con tu hermano, nuestro virrey, estarás en nuestro reino.»
El Retorno y la Perla:
El príncipe le arrebata la perla a la serpiente y comienza su camino de regreso al reino. En el trayecto, se encuentra con sus vestiduras reales , que son descritas como una manifestación gloriosa de su verdadera identidad espiritual. Finalmente, regresa al reino de su padre, completando su viaje de regreso al hogar divino.
«Recordé que era hijo de reyes y que mi naturaleza libre buscaba su linaje. Recordé la perla por la que había sido enviado a Egipto, y comencé a encantar a la terrible serpiente sibilante.
Y le arrebaté la perla, y emprendí la vuelta a la casa de mis padres. Y mi túnica brillante, que yo me había quitado, desde las cumbres de Hyrcania mis Padres me la enviaron.»
Así dice el Heraldo de la magia: Despierta y levántate de tu sueño. No eres hijo/a de este mundo, sino de reyes de naturaleza celestial, emprende el viaje de retorno a casa, ponte en camino, la vida es corta y el viaje largo, sino rompes ahora…¿cuándo lo harás?
Daniel Curbelo
Para leer completo el texto puedes hacerlo acá:
Imagen: Primeras estrofas en siriaco del Himno de la Perla de los Hechos de Tomás.

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