Se habla en esos términos para referirse a una conciencia diferente a la de todos los días, en esta conciencia está la unidad múltiple perfecta, la integración de la diversidad en la unidad. O sea la no-dualidad que integra la dualidad («cuando los dos sean uno entraréis en el Reino,» Ev, Tomás)
Lamentablemente se ha construido un cristianismo basado en una figura histórica, pensado para que la gente adore a una persona y no vaya sobre sí mismo. El cristianismo gnóstico viene de Egipto y todo el mito crístico es un relato de la individuación del iniciado.
Jesús dijo:
«todos los hombres que hayan recibido los misterios en el Inefable, serán reyes compañeros conmigo…Esos hombres son yo y yo soy ellos.
Donde yo esté, allí estarán también mis doce ministros.. Pero María Magdalena y Juan el virginal sobresaldrán sobre todos mis discípulos y sobre todos los que reciban los misterios en el Inefable. Y estarán a mi derecha y a mi izquierda.
Y yo soy ellos y ellos son yo.» Pistis Sophía cap. 96
Por lo tanto unificarse con la conciencia crística es lo mismo que ser una «persona del Tao», o moverse en la vida desde su «naturaleza búdica». En todas las tradiciones se habla de este tipo de conciencia no-dual. Paradójicamente la visión separatista de la vida está dentro de la conciencia no-dual.
La enseñanza de fondo es la misma, lo que cambian son las formas y las modalidades de abordaje, siendo algunas más efectivas que otras según sea la cultura, la época, la visión del mundo de ese momento.
Daniel Curbelo
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