«Jesús dijo: María, bendita eres, a quien perfeccioné en todos los misterios de lo alto, habla abiertamente porque tu corazón es elevado al reino de los cielos más que todos tus semejantes.» Pistis Sophía cap.17

La relación entre Jeshua y María representa el trabajo interno desde la separación original del alma, llamada «la caida de Sophía», hasta la ascensión por los 13 mundos. Los diálogos entre Jeshua y María representan ese trabajo interior.

Como todo mito es la luz del Sí mismo (Jeshua) la que llega al alma (María) para en ese matrimonio alquímico producir el despertar de la consciencia.

Pistis Sophía es el libro cumbre de las doctrinas gnósticas primitivas, es un libro escrito en clave para iniciados, en simbología alquímica y cabalística. Contiene enseñanzas muy profundas dirigidas al proceso llamado «cristificación».

Daniel Curbelo

PD. Nótese que en unos cuantos cuadros de María Magdalena ella aparece de rojo y hay una calavera, símbolo de la muerte mística. El rojo es el fuego sagrado, ella era una sacerdotisa del fuego.

 

 

SOPHÍA Y EL LOGOS

La unión mística entre el masculino-femenino, entre Sophía y el Logos, en el cristianismo primitivo está representada por Yeshua y María Magdalena. En el evangelio gnóstico de Felipe podemos leer: «La compañera del Salvador es María Magdalena. Él la amaba más que a todos los discípulos y la besaba frecuentemente en la boca»

Esto ha querido interpretarse como un vinculo amoroso según nuestros parámetros actuales de la relación de pareja. Pero ese tipo de beso místico era común como acto sagrado entre los llamados «perfectos» o «elegidos», que era otra forma de decir «iniciados». O sea que muy probablemente no solo era María la que recibía el beso y de hecho otros evangelios mencionan otras escenas (Segundo apocalipsis de Santiago).

Los iniciados son los que se «levantan», o sea van despertando a su naturaleza esencial, se reconocen como el fractal divino.

Tanto en el Evangelio de María como en Pistis Sophía hay tensos enfrentamientos entre María y Pedro, ya que este último parece no soportar que ella tenga revelaciones espirituales exclusivas sobre el mundo interno. Esto parece ser una especie de profecía de lo que luego ocurrirá con la Iglesia Católica (Pedro) no solo degradando a María Magdalena tratándola de pecadora, adúltera y prostituta, sino rebajando la visión de la energía sexual a algo inferior que hay que combatir.

Entre otras cosas los primitivos gnósticos tenían a las mujeres en muy buena estima, ellas podían enseñar e incluso dar la misa, pronto eso sería combatido y eliminado. Para la gnosis primitiva la resurrección de Cristo en realidad era el símbolo del despertar espiritual e igualaban la palabra Gnosis con la palabra Cristo. De manera que acceder a la Gnosis era fusionarse con la Consciencia Crística.

Daniel Curbelo

 

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