Hay tres niveles en que podemos experimentar la energía sexual:
1) Por la excitación y el orgasmo convencional. Es el impulso sexual que se va a transmutar.
2) Una vez transmutado se experimenta energía vital y el organismo y la psiquis reciben un shock de energía sexual produciendo vitalidad y bienestar en todo el cuerpo.
3) La energía vital se transforma en una experiencia espiritual y nos conectamos con el éxtasis.
En el primer punto es necesario aprender más sobre el cuerpo y la respuesta sexual al placer. Trabajar los bloqueos emocionales que no permiten a las personas experimentar una sexualidad plena.
En el segundo punto es necesario aprender a sentir la energía vital, el cuerpo energético. Es posible entender y vivenciar una sexualidad energética.
En el tercer punto debemos unir todo lo anterior con la conexión profunda con nuestro ser interno. Ya sea a través de la mística o de la magia sexual podemos empezar a sentir el mundo espiritual, que no son sentimientos como lo entendemos comúnmente, sino conciencia del espíritu que somos.
Todas las técnicas de transmutación de oriente y occidente están orientadas a elevar la energía sexual para integrar la experiencia del goce físico con una vivencia cósmica de unidad, ese es considerado el funcionamiento óptimo de la energía humana.
Daniel Curbelo
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