Les dejo la imagen de Shiva y Kali. Suele interpretarse como que ella es la activa y él es el pasivo. Eso se pasa al ámbito sexual y todas las mujeres entienden que ellas van sobre el hombre y se mueven intensamente mientras él contempla. Pero es justamente al revés, Shiva es activo desde su centro interior, está «muerto» porque no hay ego en él, está centrado en su poderosa virilidad, se mueve no moviéndose desde el vacío.
Kali es pasiva desde su actividad de movimiento, es intensa y vehemente, pero cae rendida a Shiva que logra eso a través de su estado de pasividad activa. Toda una paradoja sagrada.
Daniel Curbelo
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