El viaje es de nadie que se cree un «alguien» que está viajando hacia una meta. No obstante la meta se le llama «patria interior» y se dice que es progresivo-regresivo, se avanza pero en realidad se está retornando.
En cierto sentido el presentimiento del éxtasis es un recuerdo del futuro, porque lo que va a pasar ya pasó, pero esta pasando. En el sufismo el viaje hacia D´s se hace a través de D´s. El viajero debe superar el mundo de la multiplicidad de los colores y las formas y llegar a la unidad del sin color y sin forma, sin embargo ambos son la Nada del Absoluto que va siendo eternamente.
Cuando haces una peregrinación a algún lugar sagrado en realidad estás viajando dentro de ti mismo, tu vas buscando algo, pero en realidad es eso que buscas lo que te genera la sensación de ir a buscarlo, es un «recuerdo del futuro». El objetivo de esa búsqueda es dejar de buscar.
Siempre estás viajando y tu ser siempre está allí, no vas a ninguna parte y cuando te das cuenta de «tu nada» entonces percibes que lo que hay es una contemplación sin fin en un ahora eterno.
Daniel Curbelo
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