Los siete deseos en la pareja
Si bien este extracto se refiere a la pareja no deja de aplicarse a otro tipo de vínculo donde los chakras de las personas se interconectan, solo hay que hacer la trasposición según el tipo de relación.
La intención de la pareja: es la intención de existir como pareja. Tiene que ver con el punto Hara. Así como ese punto se relaciona con la conexión del ser con el humano estelar y el lugar de asiento en la vida, así también se relaciona en cómo se asienta la pareja como tal. Veamos los chakras:
Raíz: Es el deseo de estar físicamente juntos, estar con el otro simplemente. También establecerse en un lugar en común. Sería la sensación de que los dos pertenecemos uno al otro, somos parte de un a misma cosa, una afinidad de piel, sensación de que somos la misma carne. También en relación al entorno social. En mi experiencia hay sensaciones vinculadas a esto mismo que también se sienten como corriente de chi en todas las piernas y debajo de los pies. Esa energía te indica que estás con la persona con la que quieres asentarte en este tiempo de vida.
Sexual: El deseo de unirnos sexualmente al otro, pero también el gozo y el placer de dar y recibir, así como el sentir de que con la otra persona disfrutamos de la vida. La energía sexual que tenemos juntos. La química sexual. Podemos compartir la alegría de estar juntos. Lo que creamos juntos. Es un chakra muy lúdico y las personas que tuvieron poco contacto en juegos en la infancia tienen problemas sexuales de adultos. Es decir que los que no jugaron de niños cuando son grandes les cuesta jugar en el amor, porque no tuvieron ese contacto y esa alegría de compartir el cuerpo de otra persona. Cuando uno a veces ve a los niños jugando y tirándose al piso y uno les dice que no, indirectamente les está cortando la capacidad de disfrutar de lo que es lo corporal.
Lógicamente que las emociones que afecten estas zonas van a afectar los órganos, por ejemplo un resentimiento muy fuerte con la pareja va a afectar en una mujer el útero, los ovarios, la vejiga. Ese resentimiento es como un golpe, como un martillo que está pegando energéticamente a ese lugar, ahí hay una emoción y aunque nosotros pensemos en la cabeza esto está en todos los niveles.
Solar: La pasión por compartir con la otra personas las emociones. Tiene que ver con el mundo emocional y la definición como personas de los dos. Entre los tres chakras podríamos tener una pareja de compinches absolutos, esto implica la acción, los cuerpos que van juntos, el que uno sabe cómo se siente el otro. Cuando los enlaces en común de estos chakras se empiezan a pervertir se generan los dramas de control y los vínculos tóxicos. Es también cómo se siente la pareja con su lugar en el universo. Como tiene que ver con el deseo es importante tener ambos el deseo real de afirmarse como pareja.
Corazón: El deseo de amar y ser amado. La apertura total entre ambos. Acá empezamos a conectarnos con Eros, es lograr sentir que somos un mismo corazón. Hay cosas que pueden dañar este centro como los resentimientos, las cosas que no se hablan y van formando una energía que oprime el corazón. Si las conexiones andan bien se siente el amor en la atmósfera que los rodea, cuando la gente los ve se nota claramente. Cuando uno de los dos quiere forzar las cosas en la relación también se nota y esto está en esta zona.
Laríngeo: Es el de la auto-expresión. La particularidad de la pareja, la manera propia, es parte de la maduración de la pareja como ente autónomo de un contexto social. Las parejas que nacen en un contexto de una religión muy dogmática pueden no conectarse realmente porque tratan de cumplir los dogmas de su religión, en cierto sentido la pareja tiene que lograr cierta independencia y una intimidad muy propia en la cual no entre nadie, por eso pasa en casos graves de esos amores de la pareja contra todo el mundo como en casos de persecuciones políticas, al estar unidos los dos contra un entorno que los persigue la relación se vuelve muy intensa, porque hay un punto de encuentro en el que los demás no pueden entrar.
También acá están las dinámicas de control a través de lo que se dicen mutuamente o de lo que les dijeron de cómo tiene que ser una pareja, eso vibra en la garganta. Este chakra es el de la comunicación y el hecho de que podamos ser sinceros en lo que nos decimos mutuamente.
Frontal: La visión en común que pueda tener la pareja, un proyecto común y su posible manifestación El compartir ideas y conceptos que acercan las mentes y el poder llevar al plano físico las ideas de ambos.
Corona: La misión divina de la pareja. Ese “algo más allá” que los juntó. Eso que te hace darte cuenta cuando lo ves que ya estaba ahí antes la sensación de conocerlo, el recuerdo del futuro plasmado. El deseo de ser uno espiritualmente, es el chakra que nos conecta con D’s. Estaríamos conectándonos el maestro interno de uno con el del otro. No quiere decir que en los demás chakras no sea así, porque el amor está en todos los niveles, por ejemplo uno cree que en la zona sexual lo que se siente es solo biológico, pero no es así porque ahí también hay amor. A veces uno siente solo la parte del deseo que es natural pero por los prejuicios no siente el amor, porque si una emoción te puede enfermar el sexo también hay una emoción de amor que se puede sentir ahí para darle un nivel superior a ese humano físico que ya sabemos que no es bajo ni nada por el estilo, sino que es el ser natural y sencillo.
Esto es un resumen muy escueto de algo que sin duda es mucho más vasto
Daniel Curbelo
Extracto editado de mi seminario “Almas compañeras”, 2004.
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