La meditación es lo que somos, no lo que hacemos,

Me gustaría decir algo sobre la meditación.

Normalmente nos consideramos a nosotros mismos como una colección de pensamientos, sentimientos y sensaciones: yo, el yo separado, que vive en el interior del cuerpo-mente, y está hecho del cuerpo-mente.

Y la meditación es normalmente considerada como una actividad en la que yo, este cuerpo-mente, se compromete a fin de lograr algún tipo de objetivo, sea cual sea ese objetivo: la iluminación, la quietud, la paz, la liberación.

En otras palabras, desde ese punto de vista, se cree que el yo separado es lo que somos y la meditación se considera como una actividad que hacemos.

Sin embargo, en este enfoque, la meditación se entiende diferente. Aquí, la meditación se entiende que es lo que esencialmente somos, y el yo separado se entiende que es una actividad que el pensamiento hace de vez en cuando.

No estoy sugiriendo que estos tipos convencionales de meditación no tengan sus usos; por supuesto que sí. Pero no es lo que se entiende aquí como meditación. La meditación, tal como se entiende en este enfoque, no es ningún tipo de actividad.

La meditación es lo que somos, no lo que hacemos.

En este enfoque, la meditación no tiene nada que ver con una actividad o cese de actividad de la mente: enfocarla, observarla, disciplinarla o aquietarla, u observar la respiración. Eso no es lo que se entiende aquí por meditación.

La meditación, en este enfoque, es simplemente ser, simplemente ser la presencia de la Conciencia, simplemente ser eso que está consciente.

Somos conscientes ahora mismo de nuestra experiencia. Somos conscientes de estas palabras; somos conscientes de nuestros pensamientos y sentimientos, sean las que sean. Somos conscientes de las vistas o sonidos que están presentes en nuestra habitación, de las sensaciones de hormigueo del cuerpo. Somos conscientes sin esfuerzo de todo este flujo de experiencia. Y nosotros no tenemos que hacer el menor esfuerzo para ser eso que conoce o es consciente de nuestra experiencia.

La meditación es simplemente tener conocimiento de este uno, el uno que es consciente de nuestra experiencia. En este enfoque, simplemente notamos que ya y siempre somos lo que sea eso que conoce o es consciente de nuestra experiencia. Sería imposible ser algo distinto que eso.

Sólo intenta ser algo distinto de eso que es consciente de nuestra experiencia. Trata de no ser eso. Es imposible. Así que la meditación es la cosa más fácil del mundo; es aún más fácil que respirar. Incluso la respiración requiere una ligera contracción de algunos músculos. Para ser, o conocerse a uno mismo como esta Presencia consciente, es aún más fácil que eso.

No se requiere absolutamente nada de la mente para ser consciente de esta Presencia. Esto no significa que la mente deba ser rechazada; puede permanecer tal como es.

Rupert Spira

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