“¡Tiene duende”! Es una expresión muy conocida en el mundo del flamenco. Dícese de aquella persona que posee un talento especial, bien sea en el cante, en el baile, en el toque o en la caja. Tener duende podría ser una similitud a tener alma. Es el sentimiento del artista convertido en puro arte. Su talento roza la perfección, es algo mágico y auténtico.

Según Federico García Lorca, alabador del duende, dijo en una de sus obras: “En toda Andalucía, roca de Jaén y caracola de Cádiz, la gente habla constantemente del duende y lo descubre en cuanto sale con un instinto eficaz. El maravilloso cantaor El Lebrijano, creador de la Debla, decía: ‘Los días que yo canto con duende no hay quien pueda conmigo’; la vieja bailarina gitana La Malena exclamó un día oyendo tocar a Brailowsky un fragmento de Bach: ‘¡Olé! ¡Eso tiene duende!’, y estuvo aburrida con Gluck y con Brahms y con Darius Milhaud. Y Manuel Torres, el hombre con mayor cultura en la sangre que he conocido, dijo esta espléndida frase, escuchando al propio Falla su Nocturno del Generalife: ‘Tó lo que tiene soníos negros tiene duende’. Tampoco puedo olvidar una frase que dijo un viejo maestro guitarrista: “El duende no está en la garganta; el duende sube por dentro desde la planta de los pies. Es decir, no es cuestión de facultad, sino de verdadero estilo vivo; es decir, de sangre; es decir, de viejísima cultura, de creación en acto.” (Federico García Lorca, Teoría y juego del duende, 1934).

El duende es un don, la esencia pura que brota del alma del artista. No se puede domar ni controlar. El duende nace por sí sólo. Se tiene o no se tiene.

Ahora vamos a lo nuestro. En la enseñanza mágica se habla de eso mismo con el nombre del «glamour», palabra del inglés antiguo que significa «capacidad de hechizar», era la capacidad de encantar que tenía un brujo sobre la gente. Ahora bien, todos entendemos lo del duende en cuanto al arte, pero este concepto del glamour se aplica en relación a toda la vida. La enseñanza nos invita a ser artistas todo el tiempo, en la forma de movernos, de mirar, de caminar, de hablar, que siempre ese duende esté presente en todos los momentos.

DESPIERTA TU GLAMOUR

El significado original de esta palabra es “hechizo” y se refería a los practicantes de magia, a los magos. Actualmente se le asocia a la belleza y a personas llamadas “glamorosas”, que en realidad quiere decir que son personas que tienen “magia”. Esto tiene que ver con que encuentres tu encanto personal, no para hechizar gente, sino para aprender a vivir en el encanto, en ese estado de enamoramiento continuo. Entonces ahí tienes magia, tienes presencia, elegancia, te manejas desde la energía del orden universal de manera que a cualquier lugar donde vas dejas manifestar la presencia divina que fluye por tu canal.

Saber manejar el glamour implica un estado de alerta y precisión en todo lo que hacemos, de gracia, alegría y soltura, presteza y profunda conexión con las cosas y con las personas.

El glamour ayuda a que la energía de tu ser interno se fije en el cuerpo.

Daniel Curbelo

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