«Cuando un maestro ha empleado una escalera para ascender a lo alto de un muro, esa escalera es desechada para siempre, jamás se vuelve a emplear». Dicho Zen
Esto se refiere que que no busques hacer tu camino a través del camino de otro, encuentra tu propia escalera. De hecho ya estás sobre tu propia escalera, en tanto es tu real ser, tu Sí mismo.
Vuelve la atención sobre ti mismo, date cuenta que la atención continuamente está siendo invitada a enfocarse en un «afuera» que es irreal, porque ese «afuera» no deja de ser tu percepción, tu forma de ver la realidad, lo cual es algo interno.
Vivimos en una historia, un cuento que nos hicieron de niños y que luego adoptamos como verdad oficial, ahora además le agregamos de nuestra autoría, en base al cuento original, en base a narraciones que hacemos de lo que nos pasa, lo cual no deja de ser una interpretación de un relato sobre otro relato.
La mismísima espiritualidad es un cuento de hadas si no es una vivencia, una presenciación de lo que es. El presente es una invitación a «hacer nuevas todas las cosas», interpretarlo aún con conceptos espirituales es adormecerlo en el relato del pasado.
Siempre me encantó el proverbio Zen:
«Cuando caminas, camina; cuando comas, come».
Daniel Curbelo
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