Un símbolo común en el arte budista es el Yab-yum, el cual representa la unión de los polos masculino y femenino, o sea la compasión y la sabiduría. Meditar en ello es practicar un tipo de Yidam-deidad de meditación- en el cual el aspirante conecta con cualidades de la conciencia cósmica. Se utilizan también otros dioses budistas como Hevajra, Avalokiteshvara, Vajrayoguini, Tara, etc.
Es una forma de devatayoga (yoga de deidades) en el cual a través de las imágenes de los dioses y diosas el practicante puede acceder al vacío que está detrás de ellos.
La idea de que las figuras divinas en realidad son cualidades del Sí mismo es muy oriental, no obstante en occidente también se toma de la misma manera en círculos más esotéricos, tomando las imágenes cristianas como objeto de meditación. En general el público occidental cree que la Virgen María es una mujer que vivió hace 2000 años y cosas por el estilo. Debido a la programación mental las personas siguen viendo la imagen fuera como si se tratara de otra persona y no logran ver que todas las iconografías religiosas y las mitologías son un tipo de acercamiento al mundo interior, lo que los alquimistas llamaban «Lenguaje de los pájaros».
Una de las técnicas tántricas clásicas del budismo es la visualización de las figuras divinas e incluso proyectándolas en diferentes partes del cuerpo. Es interesante intentar trabajar con esto, incluso es común tomar a algunas de esas imágenes como deidades tutelares, un tipo de práctica clásica del chamanismo.
Anímate a intentarlo.
Daniel Curbelo

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