Una de las primeras cosas que aprendemos en el camino del mago es a escuchar el «sonido del mundo». Podríamos decir que es todo lo que está sonando en este momento. Sin embargo esto debe escucharse como una vivencia uni-total, no puede haber un «yo estoy escuchando». Se escucha el sonido todo integrado, no separando «este es canto de pájaros», «este es ruido de un auto», etc. Se escucha sin separación, sin fragmentación mental, sin calificación de lo que se oye.

Al mismo tiempo se es consciente del cuerpo, de la sensación cuerpo. Este es un tipo de meditación mágica. Si se hace bien generalmente podemos salirnos del tiempo psicológico y entrar en la vivencia de la eternidad. Es una puerta de acceso como tantas otras que existen. Entonces solo queda el siendo, el sonando un sonido que no es conceptualizado como tal, el fluir de la vida misma.

Daniel Curbelo

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