La Alquimia está representada por una mujer y enseña a las mujeres a experimentar hasta la médula su esencia de lo femenino, su sensualidad y todo su poder sexual para que puedan confluir con ello en una experiencia cumbre.
Para esto es preciso sentir en el vientre la fuerza erótica y aprender a ascenderla dentro del cuerpo hacia centros superiores encontrando el goce y la conciencia extática. Esa misma conciencia la puedes vivenciar si te dejas fluir con el momento a través de la atención en ti misma, entonces la energía asciende naturalmente. Esto se puede hacer en cualquier momento, es inmediato y vale para hombre y mujer.
Al hacer esto mismo estamos haciendo alquimia natural, transmutación espontánea. Si nos abrimos a esta experiencia aprendemos a ser orgásmicos-extáticos. No se confunda con el orgasmo convencional, esto es otra cosa.
Llevar la atención al momento es conectarnos con lo que somos aquí y ahora, sentir intensamente la energía y respirar la vida abundantemente. De esa manera aprendemos a estar en recuerdo de sí mismos, despiertos.
Cuanto más despiertos nos volvemos más sensibles a todo, a lo hermoso y a lo desagradable. También nos volvemos más sensuales porque es lo natural en tanto tenemos un cuerpo. Descubrimos que toda la energía sensual y erótica es energía espiritual que nos lleva a un momento de asombro y adoración por toda la naturaleza, la cual se expresa en el cuerpo femenino como expresión de la Gran Madre.
Daniel Curbelo

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