Dicen los sufís que el camino espiritual es como cuando un niño hace rato no ve a su mamá y cuando la ve corre hacia sus brazos a abrazarla. Esa imagen refleja espontaneidad, amor, entrega, sencillez, inocencia, carece de peso psicológico, es algo total.
Curiosamente el Tantra dice lo mismo: «al volver a ver a alguien de la familia después de una larga separación, ¡que inmensa alegría! Que se contemple esta felicidad que acaba de surgir, que uno se absorba en ella, que el pensamiento se identifique con ella.» Vijñana Bhairava Tantra
La enseñanza entonces es aprender a sumergirnos en la vivencia de lo que va ocurriendo en esas instancias en las cuales la alegría y el amor fluyen naturalmente.
Daniel Curbelo
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