Un tema difícil que puede dejar cosas colgadas, pero bueno, ahí va: Parece que hay una confusión entre estas dos concepciones. Yo mismo he escuchado la idea de que la espiritualidad es para ser mejor persona, para evolucionar y crecer. Sin querer ser muy atrevido me animo a decir que hay demasiado infantilismo en las espiritualidades que nos rodean. Niños emocionales buscando a mamá y papá a través de diferentes enseñanzas, buscando que nos digan qué hacer y cómo movernos en la vida. Tratando de seguir ideales de otros de cómo debe ser una persona espiritual, o sea una «buena persona». Esto es la mezcla de espiritualidad con auto ayuda.
Por otro lado el famoso crecimiento personal y su caballito de batalla de «sé la mejor versión de ti mismo». Crecimiento que no vamos a devaluar, pero sí a aclarar que no es espiritualidad pura y dura. Ninguna de las tradiciones antiguas jamás hablo de ser mejor persona, sino de unirse a la totalidad de la conciencia cósmica.
De acuerdo a las tradiciones no-duales como Zen, Budismo, Taoísmo, Sufismo y Tantra nuestra naturaleza esencial ya es perfecta y no podemos ni quitarle ni agregarle nada, no puede ser manchada por ningún pecado ni aniquilada por ningún Arconte o entidad ET que se aparezca, ni por ninguna va ku na. Ergo el crecimiento personal no le afecta esencialmente, aunque puede ayudar a su manifestación, van por carriles diferentes aunque pueden cruzarse.
Hay gente que tiene mucho crecimiento personal y muy poca conexión con su esencia, aunque no lo parezca. Hay gente que tiene tremenda conexión con su ser espiritual y son muy inmaduros en su personalidad. Ahora veamos donde se cruzan.
Los antiguos kabalistas enseñaban solo a personas mayores de 40 años, porque decían que era necesaria cierta madurez de vida para poder acceder a los conocimientos. Otras tradiciones decían que el humano debe formar un yo, un carácter y una personalidad definida, antes de entrar en estos temas. Ahí es donde se cruzan, una puede ayudar a la otra.
Buenas conexiones con lo espiritual también pueden sanar heridas emocionales y la madurez psicológica puede permitirnos acceder a mayores energías. Sin embargo no podemos alimentar la creencia de que cuando termines la terapia entonces serás un ser espiritual, eso es un disparate. Tampoco puedes solo dedicarte a la elevación y abandonar tus mambos emocionales, eso es usar la espiritualidad para evadirte de tus heridas.
Según lo que yo aprendí desde la vía espiritual lo primero que debemos hacer es darnos cuenta de nuestra naturaleza divina, de nuestro maestro interno, D´s individualizado y lo segundo es empezar a integrar esa presencia en la cotidianeidad. Posteriormente vendrá la inmersión en el campo de energía universal, pero primero debemos darnos cuenta que somos un individuo real y poder vivirlo.
Daniel Curbelo

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