La historia de Layla y Majnún es el Romeo y Julieta de oriente. Un amor imposible de dos jóvenes que se enamoran y al varón le apodan Majnún, que significa «loco» o también «poseído». El muchacho comienza a hacer poemas mencionándola y entonces el padre de ella evita que se casen.

Posteriormente los sufis toman esta historia para ejemplificar el amor del alma por el Amado y suelen llamar a D´s con el nombre de Layla. Majnún es el «loco de amor», el «poseído por el amor a lo divino».

Ibn Arabi decía «quien conoce a la mujer se conoce a sí mismo, quien se conoce a sí mismo conoce a D´s». Intentando explicar que cuando estamos en los brazos de la amada estamos en el sabor de nuestra naturaleza esencial y por lo tanto de nuestra naturaleza divina.

La espiritualidad es algo que quema, duele porque la pasión divina te incendia por dentro. Un sufi es alguien que viven enamorado, se quema en el amor.

Daniel Curbelo

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