Si ustedes ponen la palabra «meditación» en google imágenes aparecen muchas fotos de personas sentadas supuestamente meditando. Esa es la visión que hay sobre el tema, alguien sentado con los ojos cerrados, quieto, haciendo algún mudra o algo así.
Vamos a ver algunas pistas que he aprendido sobre este tema:
1.La meditación viene con nosotros, viene de fábrica, no es algo que hacemos, que producimos artificialmente, es algo que somos, es el ir siendo con la vida. Todos los sentidos lo están haciendo unitotalmente, solo hay que verlo.
2.Aplicar la voluntad en una concentración en foco para supuestamente meditar es justamente lo que impide que ocurra la vivencia real de la meditación. Meditar es no-meditar.
3.Date cuenta que es el controlador interior quien quiere meditar para ser mejor persona o algo así. Es desde un estado psicológico que concebimos como opuesto a la «meditación» desde donde nos movemos para provocar ese estado de silencio. Nunca podrás provocarlo porque tu controlador interior es un manojo de pensamientos que no querrá soltar. Intentar meditar lleva implícita la separación de lo que ya entendemos que es “no meditar”. Lo único que te queda es rendirte a que no podrás meditar y ahí tal vez advenga algo diferente.
4.Hay varios momentos en el día donde tu controlador interior no aparece. Son momentos de meditación espontánea que a veces duran segundos. Aprende a soltarte para que eso se extienda, aprende a disfrutar. Es en el deleite de las cosas donde ocurre la meditación, donde realmente vamos más allá del tiempo psicológico. Ahí no haces nada, es el verdadero no-hacer.
5.Si tratas de serenar la mente esta se rebelará. Es en el darte cuenta que haces fuerza para controlarla donde es posible que se relaje.
6.Presta atención a la inatención, a la distracción.
7.La idea de llegar a algo es de lo más pernicioso, es justamente lo que nos mantiene en la percepción del tiempo psicológico. Darse cuenta que eso es producido por un pensamiento y que es una ficción nos permite estar en Presencia. El ser no va a llegar a ningún lugar ni tiene ninguna meta, va siendo en lo eterno.
Daniel Curbelo
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