Un fenómeno poco comentado en este tema de los parásitos es que dichas energías tienden a formar colonias, o sea se reproducen y generan más cargas negativas. Esto se da de forma interna, dentro del cuerpo, o de manera externa en el espacio circundante inundando los entornos de todo tipo de larvas y entidades.

Por ejemplo estados emocionales negativos de permanente alimentación a través del pensamiento-sentimiento forman larvas internas que con el tiempo se van expandiendo y concentrando en determinados lugares, generalmente los órganos importantes, produciendo a la larga enfermedades. Las interpretaciones de la realidad y la repetición constante de conclusiones acerca de la misma fortalecen esas pequeñas entidades.

Por ejemplo en un vínculo si estás todo el tiempo de víctima y alimentando esa situación y no la cortas creas formas mentales que se quedan en tu cuerpo generando pesadez y cargas negativas.

Pero no solo eso pasa, en tanto tu pensamiento-sentimiento está en función de la relación con otra persona esa misma carga se proyecta sobre el aura del otro y también lo carga. Por lo cual entre los dos se genera un egrégor muy denso que alimentan ambas personas. Esto además atrae otro tipo de seres del mundo astral afines a ese conjunto de creencias. Todo esto se basa en una visión dualista de la realidad: bien-mal; víctima-victimario; me haces-te hago; etc. Además agrégale todo lo no dicho, lo que te guardas para no generar problemas, eso también crea formas astrales.

Por eso la meditación no dual nos ayuda a liberarnos de estos procesos, así como las diferentes técnicas de sanación como el Reiki, Chi kung, Tao sanador, etc. Por ejemplo si te enojas con alguien y retienes esa energía porque crees que no deberías enojarte, pero al mismo tiempo estás enojada, toda esa dualidad, ese conflicto es el generador de estas formas energéticas. Todas las emociones no sentidas que no circulan se estancan y pasan a vivir en el cuerpo como condicionamiento psicológico, desgastan la energía vital y obnubilan la manifestación de la esencia espiritual.

Daniel Curbelo

P.D. Del libro Manos que curan (B.Brennan) vemos a una mujer que arma una historia de amor con su pareja (luz rosada) la cual crea hablando maravillas al respecto, pero la realidad es la parte gris de tristeza, el rojo en el corazón de ira y el rojo-naranja en la pelvis que había generado un fibroma por toda esa carga energética contra su pareja.

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  1. ¡Buenos viajes para todos!

    Todo lo que sucede simbólicamente en cada territorio privado, es verdadero.

    Un símbolo es una síntesis provisoria a la medida del recreador. Los límites son impuestos desde la memoria de las apariencias, por las creencias fantásticas, legales y técnicas que constituyen el circuito cerrado y sistema, movilizando automáticamente a lo verdadero, al recreador.
    El contenido anímico, la memoria del recreador, gravita ilusoriamente en un centro de sentido que ordena la información según el enfoque del sistema. Es decir, tanto el inicio como el fin se encuentran predeterminados, lo que implica que las innumerables variantes entre esos dos puntos son meramente anecdóticas, para sumar las estadísticas.

    De la misma manera que una espina física da señal para ser extraída, sucede lo mismo con las espinas ilusorias.
    La señal de distorsión, expuestas en las fallas lógicas de la conducta y sistema, es una función natural para identificar la información conflictiva conservada en la memoria aparente y lógicamente atemporal, es decir, que incide en el colapso del presente

    Por eso, un error se conserva en la memoria junto a un bastón adaptativo hasta tanto no se resuelva el defecto generador. La repetición, el bucle, tiene un propósito natural para el desarrollo de la consciencia.

    Una vez hecha consciencia con la virtud antes reprimida, la información caduca es reordenada sin afectación para ser utilizada conscientemente como materia prima. El aprendiz entonces, sabe que todo es un inicio constante, la novedad, un espacio de convergencias que es estar comunicado. El amor, la libertad y el respeto, son sin ser evocados, sin la necesidad de una autoridad, juez ni valorador. La verdad es evidente.
    Los comunicados se potencian en un punto en común.

    Las palabras entonces son sedimentos que se constituyen según el desarrollo de la consciencia. Algunas existirán o serán irrelevantes. Sin embargo, de una misma causa se generan diferentes palabras lógicas para identificar sus efectos, como sucede en las enfermedades o conflictos sociales.

    En confusión o descomunicación, las palabras amor, libertad y respeto se generan por una carencia, un fantasma. El recreador simula ser huérfano de su propia consciencia, por eso busca a Dios, dioses, o así mismo simbólicamente, transfiriendo su poder a un objeto virtual y fisico que puede ser fácilmente manipulado por otro. De ahí que un amo, por más que se beneficie utilizando las virtudes y defectos de su rebaño, también es un esclavo más al estar obligado a mantener la consciencia ideal en la relación.
    Los descomunicados potencian el bucle.

    En confusión se considera a la mecánica biológica que deja las manos libres, como una entidad opresora gracias al efecto de la enajenación con la propia naturaleza. La consciencia se dualiza y actuará según el propósito de liberación siendo un amo y tirano, o un maestro y amigo.
    En confusión se considera a la información conflictiva conservada en la memoria como entes parásitos en el momento de ser movilizados por el recreador de manera inconsciente.
    Las palabras generadas desde el estado en carencia para indicar la condición, son represión, obediencia y tolerancia.
    Para el confuso, el amor, la libertad y el respeto, son percibidas como inexistentes, pero igualmente se fuerza un guión para un teatro ideal.
    En confusión, nada puede hacerse, pero igualmente surge la búsqueda de la solución fuera del circuito, en lo desconocido y peligroso que pone en riesgo la normalidad.

    De la misma manera que existen palabras irrelevantes para unos, sucede lo mismo con las realidades ordinarias o extraordinarias.

    El viaje personal también puede ser compartido en la vigilia y el sueño, y las simulaciones y simulacros serán coherentes a lo que hay en determinado momento.

    No sé puede capturar lo inefable, lo que no tiene límites. Si embargo es lo que no tiene límites lo que recrea, mediante una ilusión, aquello imposible.

    Por eso hay diferencias en la memoria. Existen las bases fundamentales o moldes universales que no se pueden eliminar, como también la memoria de las vivencias. Pero sí se modifican las memorias de las interpretaciones de esas verdades, como así también las interpretaciones de interpretaciones.

    La amplitud del significado y sentido de un nombre propio varía durante el desarrollo, como con las referencias del amor, la libertad, y el respeto que son prexistentes, más allá de su identificación y posterior nombramiento.

    La diferencia es enorme entre el símbolo y la cosa misma que se pretende sintetizar. Y esas referencias son contenedores, artefactos y vehículos de consciencia actuando dentro de una lógica mecánica.

    La inteligencia ordena binariamente en planos bidimensionales afectados lógicamente por la mecánica clásica con el objetivo natural de prever sincronizando el mapa con el territorio.
    Las condiciones montadas en el circuito se constituyen en un teatro de realidad por una red de ficciones fantásticas, legales y técnicas.
    Según lo escrito, todo es perfecto, pero no lo es desde el principio evolutivo o desarrollo de la consciencia.
    Por eso es tentador el uso efectivo del artefacto intermediario, al que se le transfiere ilusoriamente la responsabilidad de las acciones bajo el sentido de supervivencia, velando con ello, lo trascendente y esencial. Tampoco es una cosa o la otra, es todo.

    Gracias a ésta misma mecánica es que cualquier truco puede revelarse y modificarse.

    Lo que muere entonces, es la apariencia de aquello pequeño y posiblemente aberrante, que pretende ser eterno.
    Sin embargo, cualquiera puede utilizar artísticamente lo aprendido en el error, o compartir el producto de su defecto.

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