En Alquimia occidental se le llama el «Gran agente mágico», el secreto del manejo de ese poder se denomina Gran Arcano del ocultismo.
Simbolizado por la serpiente o el dragón, esa fuerza es una manifestación de la Diosa universal y suele relacionarse con el canal central que va por el medio del cuerpo y también con la columna. Según el Tantra Shivaíta hay 3 serpientes, 3 Kundalinis, una en la cabeza, otra en el corazón y otra en el chakra raíz.
La onda energética de esa fuerza puede llegar a sentirse en movimiento a lo largo del cuerpo, es la energía de la Divina Madre que empieza a mandar el mensaje que es el momento de su accionar. Esto no tiene nada que ver con el K.A.P. (Kundalini Activation Process).
Sin embargo esa imagen también representa el manejo de la energía durante las prácticas alquímico-sexuales. Hablando en forma directa, la ascensión de la energía orgásmica por el canal central, por el canal de la columna o por el canal delantero produce diferentes efectos en la conciencia del practicante.
Aprende a transmutar tu energía sexual.
LAS TRES KUNDALINIS
El gran maestro Abhinavagupta enseñó que en realidad hay tres Kundalinīs: parā-kuṇḍalinī (en la coronilla), kula-kuṇḍalinī (en el corazón) y prāṇa-kuṇḍalinī (en la base).
Muchas personas que han experimentado lo que ellos llaman «despertar Kundalini» han experimentado sólo el tercero de estos tres. Las enseñanzas de Abhinavagupta, como de costumbre, entrelazan y dan sentido a todas las fuentes existentes disponibles en su época. (Esta enseñanza, que se encuentra en el Tantrāloka , aún no ha sido publicada).
Curiosamente, la enseñanza de Abhinava sobre las tres Kundalinīs parece haber inspirado una versión revisada del verso Kaula citado anteriormente, que aparece en el Amaraugha-śāsana posterior atribuido a Goraksha en esta forma:
“Debido al descenso del poder superior, la contracción del poder inferior y el despertar del poder central, surge la alegría suprema”
(¿Qué pasa cuando despiertas Kundalini?)
«Alcanzas una vitalidad tan vibrante, tan vívida, tan completa, que tu vida anterior te parece haber sido algo así como un sonambulismo… experimentas esta absoluta y plena vitalidad, plena conciencia y plena presencia, en comparación con la cual lo que pensabas que era vitalidad era simplemente dar traspiés en un aturdimiento medio consciente.» Christopher Wallis
Daniel Curbelo
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